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En la anterior etapa de este blog ya hice algunas referencias a la relación existente entre música e ideología. M e gustaría recuperar algunas líneas de aquel post que me parecen interesantes.
La frontera que separa una manifestación artística como la música de una posición ideológica suele ser muy sutil. Por un lado, tendríamos que adentrarnos en una concepción filosófica o epistemológica de qué es la ideología.
Es innegable que cualquier ser humano, por el simple hecho de serlo, está inexorablemente ligado a tomar determinadas posiciones y actitudes ante el mundo que le rodea.
El álbum «El águila robada, 2.008» es una clara defensa de los valores que imperaron en los pueblos indígenas de América y «Kong, 2.015» lo propio de la necesidad de preservar la Naturaleza y el respeto a los ecosistemas de animales y plantas que pueblan en el planeta.
Sin embargo, hay que tener en cuenta dos aspectos trascendentales:
- No es directamente proporcional la actitud con una determinada posición u orientación poítica
- La música en sí, y en esto se diferencia de otras artes, no está sujeta de antemano a ningún posicionamiento, y de esto vamos a hablar a continuación.
- El rapto del Serrallo, ópera del catálogo mozartiano, pudo parecer o interpretarse como algo burdo, no apropiado para las audiencias acostumbradas
a escuchar otro tipo de óperas. Si desprendemos a la obra de su libreto, continuaremos obteniendo una pieza maestra (aunque reconozco que no es de mis predilectas). Incluso suponiendo que el compositor vienes tenía una estrecha relación con el relato de Gottlieb Stephanie, la música por sí misma se desliga completamente de una asociación que siempre tiene un carácter convencional, incluso para la propia teoría de los afectos. Es la música
por la música. La séptima sinfonía de Shostakovich ha sido durante mucho tiempo una bandera contra la invasión de Hitler, pero el propio
compositor retiró los títulos de los movimientos y declaró que no había una relación directa con esto. Aún de no ser cierto, la música podría ser tomada desde un punto
de vista ajeno al contexto histórico político del momento y más en relación con el cultural o musical. La música por la música.
- Detrás de cada compositor existe una determinada orientación ideológica, pero nadie le ha preguntado a John Williams, una de las figuras imprescindibles para entender
la música en el cine, si es republicano o demócrata, y quien lo hace, está movido por otros intereses que nada tienen que ver con el arte y mucho menos con la música.
- Algunos artistas se han visto salpicados en estos días en España por sus preferencias políticas y parece que «Siempre estás allí» sonará
de una forma u otra antes de estas declaraciones. Es algo realmente ridículo. Por tanto, y a no ser que sea expresa, como muchos artistas de la canción protesta, el vínculo música-ideología es bastante frágil por no decir inexistente.
- Normalmente suelen ser quienes tienen un fuerte sentido de patriotismo ideológico quien difumina estas fronteras, perdiéndose en el camino grandes obras maestras que continuarán,
mal que les pese, en los anales de la Historia de la Música.